Con el propósito de inhibir la proteína DYRK1A, implicada en varias enfermedades, un equipo multidisciplinario compuesto por investigadores del CSIC, la Universidad Pontificia Comillas y AItenea Biotech, ha desarrollado una innovadora estrategia computacional, que permite diseñar moléculas terapéuticas desde cero, incluso disponiendo de datos experimentales limitados.