Un informe publicado este martes por Save the Children, en colaboración con la Asociación Europea para la Transición Digital, revela que el 97 por ciento de los jóvenes entre 18 y 21 años experimentó algún tipo de violencia sexual en internet durante su adolescencia.
El estudio, titulado “Redes que atrapan. La explotación sexual de la infancia y la adolescencia en entornos digitales”, evidencia la magnitud de este problema, que abarca desde el grooming (contactos por parte de adultos con fines sexuales) hasta la difusión no autorizada de contenido íntimo.
El informe, basado en encuestas a más de 1.000 jóvenes, detalla diversas formas de violencia sexual digital, que incluye "sexting" sin consentimiento (envío de mensajes o imágenes de contenido sexual explícito), "sextorsión" (coacción, chantaje o amenazas para obtener material íntimo), el uso de herramientas de inteligencia artificial para crear contenido sexual y la exposición involuntaria a contenidos de esta naturaleza.
Según Save the Children, las plataformas digitales, redes sociales y otras tecnologías no solo facilitan la captación de víctimas, sino que también son el medio donde se perpetran estas violencias, que afectan de manera desproporcionada a niños, niñas y adolescentes.
Cifras alarmantes y subregistro de casos
En 2023, el Ministerio del Interior de España registró 4.896 denuncias por delitos cibernéticos contra menores, de las cuales 1.068 correspondían a delitos sexuales, sin embargo, Catalina Perazzo, directora de Influencia y Desarrollo Territorial de Save the Children, advierte que estas cifras son solo “la punta del iceberg”.
La mayoría de los casos no se denuncian debido a la falta de detección, un problema que se agrava en el entorno online, donde los agresores operan con mayor discreción.
Tácticas sofisticadas de los agresores
El informe destaca que los métodos de captación evolucionaron, se adaptaron a las plataformas y al perfil de las víctimas. Los agresores emplean desde estrategias directas y agresivas hasta procesos de manipulación progresiva y sofisticada.
Por ejemplo, los videojuegos online son utilizados principalmente para contactar a niños, mientras que redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube son los canales preferidos para acercarse a niñas.
Una vez establecido el contacto, los agresores suelen trasladar la comunicación a aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Telegram o Discord, donde la privacidad facilita la explotación.
En algunos casos, los agresores recurren a técnicas más invasivas, como el acceso no autorizado a dispositivos, el uso de programas malignos para activar cámaras o robar archivos, o incluso falsas ofertas laborales en sectores como el modelaje para captar adolescentes.
Cuando obtienen material íntimo, los agresores lo utilizan para chantajear a las víctimas, le exigen más contenido bajo amenaza. El informe señala que las chicas son más propensas a ser presionadas para enviar este tipo de material (28.5 por ciento) en comparación con los chicos (18.4 por ciento).
Factores de riesgo y percepción de los menores
El estudio subraya que el nivel de exposición pública de los perfiles en redes sociales es un factor clave. Todas las víctimas de explotación sexual digital compartieron información personal o íntima en internet durante su infancia o adolescencia, en contraste con el 33.8 por ciento de los no victimizados.
Además, solo el 50 por ciento de los menores identifica el contacto con desconocidos como un riesgo significativo, y apenas el 32.9 por ciento reconoce el peligro de enviar imágenes íntimas a adultos de manera consentida.
Entre los factores que aumentan la vulnerabilidad se encuentran el uso intensivo de internet, la falta de acompañamiento parental y una escasa formación en ciberseguridad, privacidad y reconocimiento de situaciones de riesgo.
“A mayor tiempo en internet, mayor exposición y probabilidad de victimización, especialmente si no cuentan con herramientas adecuadas de protección”, señala el informe, que también advierte sobre la “falsa sensación de seguridad” que muchos menores tienen en el entorno digital.
Recomendaciones para la prevención
Save the Children aboga por una actuación preventiva en lugar de limitarse a respuestas reactivas tras la detección de casos.
Entre sus recomendaciones, destaca la necesidad de promover investigaciones para comprender mejor estas dinámicas, garantizar una respuesta judicial especializada y adaptada a la violencia sexual digital, y fomentar la educación digital desde edades tempranas.
También se hace hincapié en la importancia de regular las plataformas digitales y fortalecer la colaboración entre instituciones, familias y el sector tecnológico para proteger a los menores.
El informe concluye con un llamado urgente a abordar este problema de manera integral, combinar prevención, educación y justicia para combatir la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital, un desafío que, según Save the Children, requiere una respuesta inmediata y coordinada.
sufre, violencia, sexual online
Enlaces:
[1] https://cubasi.cu/es/noticia/el-97-de-jovenes-sufre-violencia-sexual-online
[2] http://www.cfg.sld.cu/sites/www.cfg.sld.cu/files/imagenoticia/95/violenciaonline.jpg