Con datos que reflejan tanto progresos como preocupantes realidades, se actualizaron 21 de los 33 indicadores del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género (OCIG), seleccionados por cada Área de Especial Atención, investigaciones e informes con enfoque de género.
Entre las novedades destacan la incorporación de la interfaz de población correspondiente a 2024, y un tablero provincial y municipal que permite analizar datos desde 2013 hasta el presente y, además, demuestra las formas de cálculo, periodicidad, desagregación territorial y temática, que facilitan el monitoreo detallado de indicadores claves como el empoderamiento económico de las mujeres, educación, acceso a la toma de decisiones, salud sexual y reproductiva, y violencia de género.
Anays Montequín Jiménez, estadista nacional superior del Centro de Estudios de Población y Desarrollo, precisó que en esta herramienta que recopila, procesa y visibiliza los avances y desafíos en materia de equidad, se percibe que las mujeres ocupan el 44,2 % y los hombres, el 55,8 % de los escaños en las asambleas municipales del Poder Popular.
Asimismo, aclaró, persisten todavía retos como la carga desproporcionada del trabajo doméstico no remunerado que recae, principalmente, sobre las mujeres, con énfasis en las zonas rurales, donde el 35 % de ellas se dedica a las labores del hogar.
Por otra parte, en el acápite de personas del sexo femenino que han sido víctimas de violencia de género –indicadores que se actualizan anualmente– el OCIG reportó un total de 76 mujeres, entre 15 años y más, víctimas de feminicidio en manos de sus parejas, exparejas u otras personas, conocidas en procesos judiciales en el año 2024.
Las tasas más elevadas se registran en las provincias de La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas, y se evidencian más casos en las zonas urbanas que en las rurales.
Otros aspectos novedosos en este renglón, agregó Montequín Jiménez, son la desagregación por grupos de edades, color de la piel, tipo de discapacidad, vínculo laboral, si el hecho tuvo lugar en el hogar, y los menores de edad que quedaron sin el amparo materno.
Sobre la tasa de fecundidad de las adolescentes entre 10 y 14 años y entre 15 y 19, se aprecia que, desde 2015, el primer grupo permanece con valores que oscilan entre 1,2 y 1,5 nacimientos por cada 1 000 niñas. Y en el segundo, se perciben 50 nacimientos por cada 1 000 mujeres de esas edades.