El 2020 pasará a la historia como el año en que la humanidad fue azotada por la pandemia de la COVID-19; en solo 5 meses se produjeron más de 4 millones de enfermos y más de un cuarto de millón de fallecidos; las economías entraron en colapso y los sistemas de salud tuvieron ante sí la imposibilidad de atender a tantas personas, principalmente graves en los hospitales.
Aunque la enfermedad se inició y propagó muy rápido, muchos países desencadenaron medidas oportunas de alcance nacional, que permitieron reducir los picos de contagiados y la transmisibilidad de la enfermedad; Cuba fue un ejemplo, y bajo la dirección del Estado, el Ministerio de Salud Pública desarrolló junto con todas las instituciones administrativas y sociales del país, un plan intersectorial de actividades, enfocadas a la contención de la diseminación del virus y al control adecuado de los casos, semanas antes de diagnosticarse los primeros enfermos.
Entre las medidas adoptadas, el aislamiento de casos positivos, sospechosos, sus contactos y de viajeros provenientes de áreas con transmisión, contribuyó a que la mayoría de los nuevos diagnósticos provinieron de individuos que estaban ingresados en centros de aislamiento destinados a esta actividad.
En la provincia de Cienfuegos se abrieron diez centros de aislamiento y se condicionaron otros siete para dar cobertura a la pandemia, basados en el cálculo de las peores situaciones posibles. Estos centros se ubicaron en diferentes instituciones del territorio con capacidad de alojamiento (hoteleras, escuelas, universidades) pero con variadas condiciones estructurales y no estructurales. Fue necesario en este sentido, establecer las acciones que permitiesen una atención médica homogénea, integral y muy especialmente que se cumpliesen las medidas de bioseguridad para ingresados y todos los profesionales de la institución.
La obra que se presenta, incluye un grupo de recomendaciones derivadas de las condicaciones del Ministerio de Salud Pública, del sistema provincial de salud y otras más específicas propias de la versatilidad y particularidad de las instituciones. El compendio recoge particularmente las experiencias, dificultades y sus soluciones, en el diseño y puesta en marcha de los centros de aislamiento para contactos y viajeros en Cienfuegos.
Aunque fue diseñado principalmente para orientar a los diferentes profesionales y técnicos de los grupos de trabajo en los centros de aislamiento sobre ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer? y ¿Cómo hacer?; el texto también refleja la respuesta de varios sectores en la solución a un objetivo común, el enfrentamiento a la COVID-19. La inteligencia colectiva contribuyó directa o indirectamente a que los centros, con un patrón común, tuvieran también solución a sus particularidades.
La conformación del libro fue realizada en tiempo record; por ello, es una obra perfectible y seguramente no abarca todos los tipos de instituciones en el país y sus variantes de infraestructura. En tal sentido, sus sugerencias y experiencias serían de gran utilidad y solicitamos nos sean enviadas.
Los autores
Autor principal
Dr. C. Victor Rene Navarro Machado
Autores
Dra. Arelys Falcón Hernández
Dra. Hilda María Delgado Acosta
Lic. Haidee Magalys Sánchez Calaña
Dra. Lizette Rodríguez Fernández
Dr. Carlos Manuel Santana Gutiérrez
Dra. Maria Lina Valdés
Dr. Eugenio de Jesús Figueredo Martínez
Lic. Juan Rafael Zerquera Rodríguez
Colaboradores
Dra. Lisbel Aguilar Lezcano
Dra. Lourdes Elena Duany Badell
Dra. Elsa María Lanza Méndez
COVID-19. Recomendaciones para el diseño de un centro de aislamiento para contactos [2]
Enlaces:
[1] http://www.cfg.sld.cu/sites/www.cfg.sld.cu/files/imagen/1/librocovid192.jpg
[2] http://www.ftp.cfg.sld.cu/medisur/index.php?dir=coronavirus%20covid%2019/&file=Libro%20Centro%20de%20aislamiento%20Covid%2019.pdf