Las nuevas orientaciones de la Organización Mundial de la Salud [2] (OMS) ayudarán a acelerar los esfuerzos de los países para impedir que las personas infectadas por la tuberculosis (TB) desarrollen la enfermedad, gracias a la administración de un tratamiento preventivo.
Se estima que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la TB. Estas personas no están enfermas ni son contagiosas. Sin embargo, corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de la TB, especialmente aquellas que tienen un sistema inmunitario debilitado. Ofrecerles un tratamiento preventivo frente a la TB no solo servirá para protegerlas de la enfermedad, sino que también reducirá el riesgo de transmisión comunitaria.
Al celebrarse el Día Mundial de la Tuberculosis 2020 [3], esta sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortífera del mundo. En 2018, 10 millones de personas enfermaron de TB en todo el mundo y 1,5 millones de personas perdieron la vida a causa de esta enfermedad.
«La COVID-19 [4] está demostrando hasta qué punto pueden ser vulnerables las personas con enfermedades pulmonares y sistemas inmunitarios debilitados», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «El mundo se ha comprometido a acabar con la TB para 2030; mejorar la prevención es la clave para que esto ocurra. Es necesario que millones de personas puedan recibir tratamiento preventivo contra la TB para detener la aparición de la enfermedad, evitar sufrimientos y salvar vidas.»
Las nuevas directrices unificadas recomiendan una serie de enfoques innovadores para ampliar el acceso al tratamiento preventivo de la TB:
Enlaces:
[1] http://www.cfg.sld.cu/sites/www.cfg.sld.cu/files/imagen/1/2019-cde-wtbday-poster-2-es-261.jpg
[2] https://www.who.int/es/home
[3] http://www.who.int/news-room/campaigns/world-tb-day/world-tb-day-2020
[4] https://temas.sld.cu/coronavirus/covid-19/