Detectan cómo el cerebro distingue fantasía y realidad

Se han identificado las áreas del cerebro que permiten distinguir la realidad de la imaginación.
    
El descubrimiento, publicado en la revista Neuron por el University College de Londres, podría mejorar el diagnóstico y el tratamiento de afecciones como la esquizofrenia e incluso inspirar nuevas tecnologías de realidad virtual para experiencias cada vez más realistas.
    
"Piensa en una manzana con la mayor viveza posible: durante la imaginación, muchas de las regiones cerebrales que se activan al ver una manzana real se iluminan", observa la neurocientífica Nadine Dijkstra.
    
"Hasta hace poco, no estaba claro cómo el cerebro distingue entre estas experiencias reales e imaginarias", añade.
    
Para averiguarlo, los investigadores pidieron a 26 voluntarios que buscaran un patrón visual específico en una imagen ligeramente confusa mostrada en una pantalla, indicando si el patrón estaba realmente presente.

Al mismo tiempo, se les pidió a los participantes que imaginaran un patrón igual o diferente al que buscaban e indicaran la viveza de sus imágenes mentales.
    
Cuando los patrones eran iguales y los participantes reportaron una imaginación muy vívida, era más probable que dijeran haber visto un patrón real, incluso cuando no se presentaba nada en la pantalla.

Esto significa que confundían sus imágenes mentales con la realidad.
    
Durante el experimento, se monitorizó la actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional. Las imágenes mostraron que una región del cerebro conocida como circunvolución fusiforme (ubicada detrás de las sienes, en la parte inferior del lóbulo temporal) participa en ayudarnos a determinar si lo que vemos proviene del mundo exterior o es generado por nuestra imaginación.
    
Normalmente, la activación de la circunvolución fusiforme es más débil durante la imaginación que durante la percepción, lo que ayuda al cerebro a mantener ambas separadas.
    
Sin embargo, el estudio demostró que, a veces, cuando los participantes imaginaban con mucha intensidad, la activación de la circunvolución fusiforme era particularmente intensa, por lo que terminaban confundiendo su imaginación con la realidad.
    
El estudio también demostró que la circunvolución fusiforme colabora con otras áreas del cerebro para ayudarnos a distinguir entre lo real y lo falso. En particular, la actividad en la ínsula anterior (una región de la corteza prefrontal) aumentó en consonancia con la actividad en el giro fusiforme cuando los participantes decían que algo era real, incluso si en realidad era imaginario.