En prever está todo el arte de salvar. Esa máxima martiana se ajusta perfectamente a la posición de Cuba de Tolerancia cero ante el flagelo de las drogas, un fenómeno que se hace mucho más complejo en la actualidad, a nivel mundial; sobre todo porque cada día crece la producción y tráfico de cocaína, marihuana, heroína; todas drogas ilícitas.
Y para que los males no sean menores, de un tiempo a esta parte se habla de nuevas sustancias psicoactivas, que no son obra de la imaginación de mortal alguno, sino que son fabricadas a partir de productos químicos de fácil obtención en el comercio legal.
¿Qué hacer, entonces, ante la presencia cada vez más preocupante del llamado “químico” o “papelito” como suele ser conocido y que en el caso de Cienfuegos va teniendo incidencia entre la población adolescente y joven?
En opinión de la Dra Mileydis Quintero Estévez, jefa de la Red de Salud Mental de la Dirección General de Salud, es muy importante escuchar al adolescente, observar si se producen cambios inesperados en su conducta habitual. “Tenemos que saber con quién se reúne en la escuela y fuera de ella; a la hora que recogemos y lavamos la ropa ver si hay picadura o colilla de cigarro, papeles pequeños u olores extraños que no conocíamos como a hierba o sustancias. “Debe llamar la atención si el adolescente duerme mucho o poco respecto al comportamiento habitual, si se muestra pensativo o aislado, si nos pide más dinero de lo común para las meriendas o si se pierden objetos personales o de la familia”.
La Especialista en Psiquiatría infantil y Máster en Atención integral al niño refiere que no se trata de asfixiar a nuestros muchachos sino de estar al tanto de ellos, involucrarnos en su cotidianidad, ser partícipes de sus acciones. “No es limitarles todas las actividades, pero si ser veladores de lo que están haciendo”, afirma; al tiempo que enfatiza en que “todo cambio que aparezca, de forma repentina, en un adolescente es una conducta que puede hablar a favor de que esté transitando por un proceso de un cuadro de tipo depresivo, o que sea víctima de bullying, o que esté siendo presionado por un grupo o que ya haya caído en la presión de un grupo y esté en un consumo de sustancias o en un conjunto de tendencias negativas que hoy podemos evitar”.
[“En prever está todo el arte de salvar”. Esa máxima martiana se ajusta perfectamente a la posición de Cuba de Tolerancia cero ante el flagelo de las drogas, un fenómeno que se hace mucho más complejo en la actualidad, a nivel mundial; sobre todo porque cada día crece la producción y tráfico de cocaína, marihuana, heroína; todas drogas ilícitas.]
Charla educativa en centro docente de Rodas. /Foto: Tomada de Internet (Perfil Facebook Dirección General de Educación)
MÁS QUE INDICIOS DEL CONSUMO, EVITARLO
Y para ello se hace imprescindible el quehacer integral, del cual forma parte la Dirección General de Educación; toda vez que nuestros niños, adolescentes y jóvenes de la enseñanza técnico-profesional pasan buena parte de su tiempo en las instituciones educativas. En voz de Yuniel Junco Abreu, subdirector general, conocemos detalles: “Contamos con un programa de acciones bien definido, cuyo objetivo general es, precisamente, fomentar una cultura de rechazo al consumo de los psicofármacos y a las adicciones. Igualmente insistimos en la posición de tolerancia cero tanto en los niños, adolescentes y jóvenes y sus familias, además de la comunidad.
“Aunque es una labor diaria; cada tercera semana del mes, reforzamos el trabajo de prevención con énfasis en las adicciones, el embarazo, el trabajo infantil, la prostitución y el asedio no solo a turistas sino también a nacionales; pero hacemos vital hincapié en la prevención de las adicciones por el peligro que representa este flagelo no solo para nuestros niños, niñas y jóvenes sino para toda la familia”.
¿Qué acciones concretas se materializan en las instituciones y también en la comunidad?
“Desarrollamos charlas educativas teniendo en cuenta los grupos etáreos, porque no se aborda de la misma manera el tema en la primera infancia, la primaria, la secundaria básica, el preuniversitario y la enseñanza técnico-profesional, en la que participan los compañeros de Salud Pública, la Fiscalía y la Dirección Antidrogas y siempre concluimos con una escuela de educación familiar donde se abordan esas temáticas para esclarecer los términos jurídico-legales y el protocolo a seguir ante la presencia o manifestación de consumo o tenencia de drogas o sustancias químicas que puedan estar circulando.
“También desarrollamos con las autoridades gubernamentales recorridos por centros nocturnos que frecuentan nuestros jóvenes porque sabemos las complejidades del territorio en que no tienen un espacio específico para su esparcimiento acorde a sus edades”.
Asegura el subdirector general de Educación en Cienfuegos que “en el actual período lectivo no se han producido casos de consumo en el interior de las instituciones educativas, pero sí se han reportado casos que involucran a estudiantes en los municipios de Cienfuegos y Aguada, pero fuera del contexto escolar; por tanto, hacia allí también tenemos que dirigir y reforzar nuestro accionar de manera integrada”.
Barrio debate en La Juanita, Cienfuegos, encabezado por la Fiscalía y la FMC. /Foto: Tomada de Internet. (perfil de Facebook de la Fiscalía de Cienfuegos)
PREVENIR DESDE LA LEGALIDAD
He ahí una de las funciones de la Fiscalía General de la República de Cuba (FGR) que, en Cienfuegos, muestra un accionar a tono con lo impostergable de enfrentar la tenencia, tráfico y consumo de drogas, estupefacientes u otras sustancias psicotrópicas.
“Realizamos un grupo de acciones de prevención en función de lograr que nuestra juventud, niños, niñas y adolescentes desarrollen un rechazo hacia las drogas”, confirma Naysa María Díaz León, jefa de departamento de Protección a la Familia y Asuntos Jurisdiccionales de la FGR.
“Se ha trabajado conjuntamente con Educación, en intercambios con los maestros para su preparación en aras de que conozcan cuáles son las drogas y los principales comportamientos de un estudiante cuando llega bajos los efectos de cualquier sustancia de efecto similar, pueda reaccionar y actuar en consecuencia.
“Además se ha trabajado en la escuela de educación de padres para explicarles las funciones que les corresponden en el ejercicio de la responsabilidad parental y que no pueden perder de vista en aras, igualmente, de detectar los síntomas de consumo de drogas por sus hijos y en tratar de evitar que eso ocurra, a partir del control y la responsabilidad que los padres tienen sobre este asunto.
“También se han realizado intercambios directos con los estudiantes para explicar las consecuencias que, para la salud, tiene este consumo y las consecuencias que para ellos implica, a partir de los 16 años, pues tienen una edad penal y pueden ser juzgados y condenados por los hechos de tráfico de drogas como para sus responsables parentales, a partir del incumplimiento de esas obligaciones que le vienen impuestas y que han generado que la persona menor de edad se haya introducido en el mundo de las drogas”.
SIN OLVIDAR
Cienfuegos acogió el acto central nacional en ocasión del aniversario 46 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes; el 26 de julio de 1999, En aquella oportunidad, El Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, nos legó para entonces y para este tiempo: “El mayor peligro está en subestimar la situación existente, y no podemos estar dispuesto a que el uso indebido de drogas se implante en el país. Si todos no hacemos lo que tenemos que hacer y más, la droga ganará cada vez mayor espacio.
Por ello estamos obligados a hacer lo que nos corresponde, trabajar con inteligencia, sistematicidad y resolución para evitar que la droga gane las calles, las escuelas y pueda lastrar lo mejor de una sociedad: su juventud”.
De eso se trata, justamente, de hacer de la prevención un acto impostergable y sistemático. Solo así ganaremos, contundentemente, contra las drogas.
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