Cuenta una leyenda sobre un viajero que ayudó a una oruga a salir de su crisálida, forzó su salida al ensanchar la abertura del capullo y la mariposa murió. Aquel hombre no comprendió que el esfuerzo del insecto para salir era lo dispuesto por la naturaleza, para que la circulación del cuerpo llegara a sus alas y estuviera lista para volar.
Algunas veces, es justamente tiempo y esfuerzo lo que necesitamos para evolucionar y crecer.
La licenciada en Enfermería Eida Díaz Padrón atestigua la voluntad de las mujeres afectadas por el cáncer de mamas: “Sufrí un carcinoma invasor grado II, me hicieron mastectomía, de eso hace más de un año”
Tras sus palabras, una hasta deja de pensar en los pechos femeninos como símbolo de belleza, sexo o maternidad. Su testimonio nos adentra en el frágil velo, que puede descorrerse, para situarnos ante el umbral del dolor y la muerte:
“La terapia grupal es imprescindible. Ahora mismo apoyamos a la doctora Caridad González Aragón que está en este proceso. Es importante demostrarle que del malestar salimos, que hay que sufrirlo y sobreponerse para seguir con vida; el dolor que ocasionan la radiaciones es de gritos, de no dormir, pero pasa, y si nos cura sobrevivimos”
¿Cómo empezó el Proyecto Mariposas?
“Después de operada fui a la Habana a buscar una biopsia y conseguí prótesis y ajustadores, allí conocí del proyecto similar Alas por la vida, que radica en la capital. Yo pertenezco como enfermera al Área V de Salud Piti Fajardo, y al regreso conté con la doctora María Victoria del Junco Jiménez y su equipo para formar este grupo.
“Es que realizan investigaciones oncológicas desde el punto de vista genético, entonces nos unimos y conformamos este proyecto, le pusimos Mariposas, por lo de la metamorfosis; no es fácil vivir nuestra transformación, te miras al espejo y te ves sin pelo, mutilado tu cuerpo.
“Por una parte el vocablo está relacionado con su homólogo “Alas…” y por otro es lindo el simbolismo, pues tras la mutación puedes echar a volar.
“Lo conformamos el último 19 de octubre, Día Mundial de lucha contra el cáncer de mama y como le decía, la simbiosis con mis colegas rindió otros frutos, en bien de la salud femenina”.
La doctora María Victoria del Junco Jiménez, médico del Área V, argumentó: “Nuestros estudios oncológicos ampliaron su espectro y ahora junto a las genetistas investigamos las causas hereditarias del cáncer de mamas”.
Por otra parte la doctora Caridad González Aragón, geriatra del Área III de Salud, de Cienfuegos, actualmente es paciente oncológica. Su participación en el Proyecto Mariposas propició la fusión de esas mujeres con los miembros de su colectivo del adulto mayor, realizan actividades juntas y ahora intercambian ideas, celebraciones, son dos grupos vulnerables en una apuesta por la vida.
“Trasmitimos entusiasmo y alegrías, es muy positivo, yo por ejemplo, estoy en proceso de quimioterapia, la buena energía compensa, alivia los malestares y los miedos”, comenta Caridad.
Durante festejos, como la reciente conmemoración del ocho de marzo, realizaron, en salones del policlínico Área III, un Taller de Mujeres Creadoras, galas culturales y hasta allí llegó el apoyo de directivos de Salud.
El doctor Alfredo Rodríguez Fontanilla, director de Ortopedia Técnica en la provincia de Cienfuegos, asistió para animar a las pacientes, con el empeño de innovación para la elaboración de sus prótesis de mamas: “Es una primicia y les traigo a la licenciada Kenia, que sé que no me hará quedar mal, pues está enfrascada en esa tarea”, dijo.
Transcurren las jornadas plenas de calor humano y esa sinergia es el complemento de la metáfora, cual proceso de esfuerzo transformador de crisálidas, las mariposas robustecen, trascienden oscuridades y emprenden vuelo. Merecen luz, quienes han sabido conciliarse con la vida desde sus tinieblas.
Proyecto, Mariposas,crisálidas
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