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Por un parto respetuoso

Cada vez que alguien cumple años, debería también felicitarse, si es posible, a quien le trajo al mundo, porque ella cumple ese mismo día años de ser mamá. 

Y si las madres nunca olvidan el cumple de sus hijos, tampoco dejan caer en la desmemoria ese día del parto. Es raro que una mujer olvide los detalles de ese momento tan importante para su vida; pero algunas lo recuerdan como un acontecimiento maravilloso, y otras, como una pesadilla de dolor y miedo, aunque, finalmente, la felicidad por la llegada del bebé le hiciera pensar que valió la pena el mal rato.

Pero no tiene que ser así. El momento del alumbramiento es un proceso fisiológico totalmente normal y no habría de evocarse como un episodio traumático, a veces condicionado por predisposiciones subjetivas de la futura mamá y también por inadecuados tratos y procederes por parte del personal médico que le atiende.

Es por ello que a mediados del pasado octubre, en la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, fue presentada la Guía de actuación para la atención al parto respetuoso, y en noviembre, dieron inicio talleres para implementar tales prácticas.

Al explicar los por qué de este proyecto y guía, una de sus autoras, la M.Sc. Micelys Torres, quien forma parte de ese proyecto conjunto entre el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Minsap, refirió que el objetivo es desplegar un proceso de transformación de la práctica clínica en torno al parto en todas nuestras instituciones.

La Guía que sustenta estas nuevas formas de actuar se apoya en evidencias científicas acopiadas durante los últimos 50 años que han devenido recomendaciones de la OMS y la OPS, así como de otras entidades internacionales.

«Era una necesidad cambiar prácticas en torno al nacimiento y al parto que la evidencia científica confirmaba que introducían riesgos para la mujer y para el recién nacido y aumentaban las tasas de mortalidad y la morbilidad», aseguró la máster Micelys Torres.

La experta abundó en que no se estaba tomando en cuenta en toda la dimensión que debiera ser el papel protagónico de la madre y el bebé en esa experiencia primera, sobre todo en lo referido a los ámbitos psicológico, emocional y afectivo. 

El concepto de parto humanizado o parto respetuoso emerge como respuesta a la importancia de establecer a nivel mundial un modelo de atención y acompañamiento al embarazo, al parto-nacimiento y al puerperio, enfocado en la salud física, psicológica y emocional de las gestantes y puérperas, a la vez que privilegia los derechos de estas y su descendencia. 

Dicho modelo de atención constituye a la vez una alternativa al modelo convencional medicalizado, que desestima el proceso natural del parto y no toma en cuenta las necesidades emocionales, culturales y sociales de las mujeres.

«El enfoque respetuoso del parto intenta valorar de manera directa y explícita —precisa la Guía— las necesidades de las mujeres y sus familias en la atención al embarazo, el parto y el puerperio, con la intención de que la experiencia sea vivida como una experiencia positiva en la cual se potencie la dignidad humana y se ponga énfasis en que la mujer sea sujeto y protagonista de su parto, que tenga libertad de tomar decisiones acerca de cómo y con quién desea parir y que estas decisiones se valoren y respeten durante el parto».

Para conseguir estos objetivos y otros más precisos que quedan detallados en la Guía, es vital la alianza entre el Minsap, UNFPA, la Sociedad Cubana de Enfermería y la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología, como señala esta última en su perfil de Facebook.

El presidente de dicha sociedad, doctor Andrés Breto García, al comentar sobre este novedoso enfoque, señaló que «de acuerdo con la experiencia internacional, la enfermera es la que asume el control del parto. En Cuba, todos los nacimientos ocurren en instituciones de salud, asistidos por un médico, y lo que plantea la nueva guía es que cuando se trata de un parto fisiológico, normal (que es lo que debe ocurrir en la mayoría de los casos), este puede ser asistido por la enfermera calificada para esa labor con la observación del médico.

«De hecho, un requisito o estándar de seguridad que se establece en la guía es que haya especialistas presentes en el área de parto, a fin de que asuman las emergencias o complicaciones que pudieran presentarse».

Ya desde agosto había dado comienzo el proyecto piloto para la atención al parto respetuoso en Cuba, y se avanza en la capacitación de todo el personal involucrado en propiciar ese parto respetuoso, cuyo anuncio ha promovido diversos comentarios de cubanas en las redes sociales.

Tres de esos comentarios podrían resumir algunas de las posiciones a propósito del tema:

«Al fin hablan de parto respetuoso, aunque ya a mí no me sirve. Cerré con mis dos bebas y no hay más ayuda de mi parte a la natalidad». (Roxana Arean)
«Excelente proyecto!!! A ver si le pierdo el miedo»... (Anita González)
«Ojalá no frenen esos pasos. Así podremos ir a por el varón». (Darianna Mendoza)

Y qué bueno que muchas Anitas y Dariannas se sintieran motivadas a partir de la introducción de estas prácticas, que, sin dudas, podrían tributar al panorama demográfico de esta Isla y su baja natalidad.

Palabras clave:

Por un parto respetuoso

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