Si a usted le dijeran que la nanotecnología es el estudio y la manipulación de materia en tamaños increíblemente pequeños, generalmente entre uno y 100 nanómetros, no sería argumento suficiente para comprender de qué se trata, sin embargo entendería mejor si le añaden que la nanotecnología comprende una amplia gama de materiales, procesos de fabricación y tecnologías que se usan para crear y mejorar muchos productos que la gente usa diariamente.
Uno de los mayores logros científicos de las últimas décadas fue la fuerte irrupción de la nanotecnología. La Real Academia Española la define como la “tecnología de los materiales y de las estructuras en la que el orden de magnitud se mide en nanómetros, con aplicación a la física, la química y la biología”.
Según fuentes consultadas los científicos desarrollaron componentes de computación de tamaño molecular, de millonésimas de milímetro. Este hecho conllevó a que la revista Science calificara dicha realidad como trascendental.
Se consiguió, entre otros éxitos, tener un intercambio de información a través de nanoalambres (un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro); o crear conmutadores que funcionaban con moléculas, realidad que abría el camino para la creación de diminutas máquinas extremadamente potentes y rápidas.
Esta tecnología tiene aplicaciones múltiples en el campo, entre otros, de la electrónica, la biología o la medicina. En este último, las posibilidades son infinitas. En la regenerativa, por ejemplo, la idea es conseguir algún día liberar células o pequeños tejidos en órganos enfermos para que éstos puedan ser reparados. Se espera que, con el paso de los años, se utilice de manera recurrente para el diagnóstico de patologías y su tratamiento.
Según un artículo publicado en el sitio digital Cubahora, el país está en condiciones de progresar aceleradamente hacia la incorporación de las nanotecnologías en los principales desarrollos científico-técnicos del país. Pero debe hacerlo dentro de la perspectiva de la convergencia de las ciencias, sin subestimar ni obviar otras dimensiones y áreas del conocimiento.
Un ejemplo de la aplicación práctica de las nanociencias en Cuba y las nanotecnologías es la fabricación de sensores basados en transistores orgánicos, utilizando polímeros semiconductores.
La demanda de estos dispositivos analíticos se justifica porque son pequeños, portables y económicos, y puedan ser usados en un rango amplio de aplicaciones, como por ejemplo monitoreo de alimentos, detección de agentes químicos o biológicos, monitoreo ambiental y adaptación al cambio climático, diagnóstico médico, producción de vacunas, defensa militar ante invasión bacteriológica y otras.
Según los expertos la nanotecnología forma parte de la siguiente generación de innovación en la ciencia y la ingeniería que transformará a muchos sectores, como el aeroespacial, la energía, las tecnologías de la información, la medicina, la defensa nacional y el transporte.
Esta ciencia permitirá el desarrollo de la siguiente generación de materiales que son más fuertes, livianos y duraderos que los materiales usados actualmente en edificios, puentes, aviones, automóviles y otras aplicaciones.
La nanotecnología puede brindar soluciones para limpiar terrenos y aguas contaminados, y jugará un papel crítico en la transformación de la medicina y el cuidado de la salud.
También se desarrollan, entre otros, herramientas muy sofisticadas para detectar y tratar el cáncer, vendajes que evitan infecciones, mejoras en la tecnología para la generación de imágenes y mucho más.
El equipamiento deportivo, como bates de béisbol, raquetas de tenis, cascos para motocicletas y otros materiales plásticos pueden ser más ligeros, rígidos, duraderos y resistentes. Las telas tratadas con nanotecnología pueden resistir arrugas, manchas y la proliferación de bacterias, permitiendo así que la ropa se mantenga más limpia y dure más.
Las películas delgadas de los lentes, las pantallas de la computadora, ventanas y otras superficies utilizan la nanotecnología para mejorar su capacidad hidrófuga, crear una capa antirreflejo, tener más resistencia a la luz ultravioleta o infrarroja, ofrecer protección antiniebla y contra rayaduras o conductores eléctricos.
El desempeño de varios productos domésticos como quitamanchas, limpiadores antibacterias, pinturas, selladores y purificadores y filtros de aire puede mejorarse con la nanotecnología. Casi todos los dispositivos electrónicos fabricados en la última década, incluidos los chips informáticos y dispositivos electrónicos más sofisticados, se fabricaron mediante el uso de la nanotecnología.
Las innovaciones en energía, como los paneles solares más eficientes, las turbinas eólicas más fuertes y livianas, autopartes más livianas y un rendimiento del combustible mejorado están impulsadas por la nanotecnología. Los productos de cuidado personal, como cosméticos y protectores solares, pueden mejorarse también.
Dentro de los 28 programas priorizados por el Estado Cubano para la optimización de la actividad científica en el país que se definieron en el 2016, se encuentra el desarrollo de la nanotecnología, una ciencia que por su trascendencia no se detiene.
Nanotecnología, una ciencia del futuro
Enviar un comentario nuevo