Como sinónimo de vida coinciden en definir la especialidad de Obstetricia varios profesionales que laboran en el Hospital Ginecobstétrico Ana Betancourt de Mora, de esta ciudad, uno de los más antiguos de Cuba, el cual realiza el 80 por ciento de los partos en la provincia.
El personal de esta rama se encarga de la atención de las mujeres durante todo el proceso del embarazo, desde el inicio hasta el final, y en los 42 días posteriores al puerperio.
Frank Alberto Castillo Fernández, especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia, acumula 40 años dedicados a la profesión que en su opinión garantiza la calidad del futuro en el país, pues mediante ese quehacer es capaz de hacer algo bueno por las personas.
Resulta emocionante que al paso del tiempo las madres se acerquen y te digan que las ayudaste a tener su hijo, rememoró.
En esta especialidad, manifestó, trabajamos por el futuro de las personas, por la calidad de vida de ellas, y esto requiere de entrega, tanto de técnica como del amor, imprescindible en el día a día.
Castillo Fernández cumple 27 años como Profesor Auxiliar y es Máster en Atención Integral a la Mujer, y considera que sentirse profesor significa algo insustituible, ya que a partir de su condición de docente se ha convertido en un mejor profesional.
La docencia es una obra de doble amor, pues no se puede ser médico sin ser profesor, todos los días aprendemos cosas nuevas pero también debemos compartir los saberes con los más jóvenes y compañeros de trabajo.
Al igual que otros jóvenes doctores en otras áreas, Belkis Rabí Carreño, graduada en el 2017, dirige hoy el Servicio de Obstetricia de la instalación hospitalaria con más de 400 camas para el ingreso de embarazadas.
Un gran reto ha sido para ella asumir esas funciones, además de la de Jefa del Servicio de Urgencias durante el 2019, a pesar de llevar poco tiempo como especialista, pero, según dijo, se esforzó y desarrolló lo mejor posible la labor, acompañada de médicos de mayor experiencia.
La Ginecobstetricia, comentó, siempre le gustó desde estudiante, la consideras muy bonita y práctica, pues estima que no hay nada más especial que ver nacer a un bebé, ver salir feliz a las madres luego cumplir el periodo establecido de estancia en el hospital.
Cuando ocurre esto, por lo cual nos esforzamos a diario, nos sentimos felices y realizados, aseguró.
Con 30 años de labor en el emblemático hospital camagüeyano, de ellos 25 como especialista, Sigfrido Valdés Dacal, director de la institución, aseguró que siempre atender el nacimiento de un bebé encierra una importancia singular, y las muestras de reconocimiento de las familias al recordar su participación en los procederes para garantizar el alumbramiento, eso, afirmó, no tienen precio.
Especialista de I y II Grado de Ginecobstetricia y Profesor Auxiliar, explicó que en el Materno laboran hoy 46 Ginecobstetras y 26 son Residentes en formación, otra de las funciones del centro como extensión docente.
En Camagüey, cuatro hospitales municipales poseen el servicio de Obstetricia a maternas sin riesgo, y las restantes prestaciones las asume la unidad asistencial de esta ciudad.
Fundado el 11 de mayo de 1941, el primero en el interior del país luego del Maternidad Obrera de La Habana (1939), el Hospital Ginecobstétrico de Camagüey, entonces Maternidad Obrera y hoy conocido como el Materno, brinda ocho servicios en general, y sus profesionales realizan como promedio cinco mil 200 partos al año.
En Cuba hoy se conmemora el aniversario 169 del natalicio del Doctor Eusebio Hernández Pérez, quien es considerado el Padre de la Ginecobstetricia en el país, por sus notables aportes a esta rama de la Medicina, patriota de las tres guerras de independencia, médico y científico cubano.
El ejemplo y la impronta del matancero de nacimiento la tienen muy presente quienes a lo largo de la isla de Cuba, se dedican por entero a la Medicina, principalmente a la Obstetricia, una especialidad que al decir de camagüeyanos del sector, es sinónimo de vida.
Obstetricia, especialidad, docencia
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