Desde septiembre y hasta noviembre se registran los picos máximos de infestación por el mosquito en Cuba. Por ello, las autoridades sanitarias del país han intensificado las medidas de combate contra el vector en este período.
Si bien la situación epidemiológica de Cienfuegos se encuentra bajo control, según afirmó a finales de octubre la Dra. Ling Denisse Santeiro Pérez, directora del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, resulta necesario continuar con los mecanismos de prevención de las arbovirosis, principalmente en los niños.
“El principal síntoma que se presenta en los infantes es la fiebre, aunque puede estar acompañado de discretas manifestaciones respiratorias, dolores musculares, articulares, detrás de los ojos, y el rash”, explicó la Dra. Mileny Acosta Fonseca vicedirectora de asistencia médica del Hospital Pediátrico Paquito González Cueto.
Para los niños con síndrome febril agudo, el pediátrico dispone de dos salas, y un centro de aislamiento en Pueblo Griffo. “Es necesario que la familia preste mayor atención a los niños con fiebre inespecífica y que los traigan al médico para mantener la vigilancia, pues las complicaciones surgen cuando esta desaparece. De manera general no tenemos problemas de negligencia, puesto que los padres actúan conscientemente y acuden a nuestros servicios.
“Cuando se procede al ingreso, se realiza un pase de visita cada cuatro horas por el médico especialista que lo evalúa para chequear posibles signos de alarma como vómitos, dolor abdominal, diarrea, postración excesiva y luego, la acumulación de líquido en el abdomen, edema perivesicular, descenso de plaquetas y sangrado”, añadió Acosta Fonseca.
Escrito por: Gabriela Roig Rosell
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